lunes, 18 de abril de 2011

Inefable

Anoche, mientras no podía quedarme dormida, pensaba que quizá lo que me falta es escribir. Es que antes yo escribía siempre. Tenía mis cuadernos, mi blog que hacía las veces de diario de vida, y un montón de papeles sueltos que llenaba con ideas en cafés o restaurantes. Ahora, en cambio, me cuesta. Y no es por falta de tiempo, eso está claro. Pueden ser falta de ideas. Falta de  realidad. Falta de fe. Qué sé yo. Lo cierto es que necesito escribir. Cualquier cosa. Y que me lean. Como cuando estaba en el colegio, y hacía pública mi vida privada con letras de colores.

Es cierto, ahora cocino. Veo películas viejas. Bordo. Leo. Camino mucho más que antes, por lo menos mucho más que todas las veces en que he tenido trabajo estable o cualquier otra responsabilidad. Pero las palabras se me quedan atascadas en la mano, pierdo los lápices, dejé mis cuadernos en Santiago - no tengo claro por qué, a veces pienso que para no dejar espacio a la nostalgia - y siento el vacío de no tener nada que decir.

Puede que no escriba bien, que nunca llegue a cumplir el sueño eterno de publicar algo, que mis nociones vagas de la realidad no le interesen a nadie más que a mí, pero ninguno de esos debiera ser motivo para quedarme callada. Cuando no escribo es como si me quitaran la voz, como si me encerraran en un lugar oscuro y solo, como si ya no pudiera sentir. Como si me faltara el aire.

Hoy no encontré ningún libro para explicar lo que me pasa. Es temprano. Miro el fuego prendido y la mañana un poco oscura y escucho a Joaquín Sabina.

2 comentarios:

  1. Entiendo perfectamente lo que te pasa; he tenido esa sensación 100 veces. Y hasta el momento no he conocido mejor remedio que este: escribir. Aunque botes mil papeles arrugados a la basura o aunque borres mil veces el párrafo en el word, no hay mejor remedio para la escacez de escritura que la escritura. Resulte lo que resulte, sin esperar milagros ni perfección.
    Un beso.

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  2. El sur es un lindo remedio para el alma, disfrutalo, y se feliz.
    sigue escribiendo, que me encanta leerte.
    No se donde vives , pero mira el lago y el volcan y re-encantate con la naturaleza, así podrás escribir desde tu corazón.

    cariños,

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