sábado, 20 de noviembre de 2010

Un lugar para Katrin, de Willi Fährmann

Cuando tenía siete años, me cambié de un colegio mixto a uno de mujeres. Ahora que ha pasado bastante tiempo puedo decir que, a pesar de todo, lo logré. Sobreviví. Salí invicta de la batalla. Es que los colegios de mujeres son terribles y para mí, que era tímida y perna, fue peor. En esa época en que no tenía amigas y me quedaba todos los recreos en la biblioteca, me encontré con la historia de Katrin. A ella le pasaba básicamente lo mismo que a mí. Y que a muchas otras, me enteraría años más tarde, porque entonces era impensable. Estaba segura de que yo era la única que no encajaba.

"Un lugar para Katrin" es una historia sencilla. Se trata de una niña que tiene un lunar muy grande a un lado de la cara por el que todo el mundo la molesta, y que descubre que puede hablar con los juguetes. No creo que sea un libro demasiado famoso, aunque en realidad no sé. Pero debería ser lectura de cabecera para las niñitas sin amigas. Es ese tipo de autoayuda inocente que hace bien encontrar. Sobre todo a los siete años.

No hay comentarios:

Publicar un comentario